domingo, 15 de junio de 2008

CRAVING YOU


Puedo mentirme implacablemente. Puedo, incluso, mentirte a vos… Pero te extraño, y se me impone como una realidad que sé que, aunque inconsciente, no me permito. Y es entonces, cuando mi mente juega con mi subconsciente, cuando mi futuro se disputa una escondida con tu ausencia que me encuentra, sin embargo, aunque cuente hasta el hartazgo.
Y es así como te miento y te alejo con mentiras, te envuelvo en mi terapia resistiva y te muestro a una persona que no existe, que ni siquiera se asemeja a lo que soy o lo que siento, pero me sirve. Si hay algo que tengo sumamente controlado es la defensa de mi propio imperio. Una mañana cerré las puertas de mi mundo y me interné en el desierto de mis manos.
Ahora paso las noches soñando océanos revueltos y barcos que se pierden en el puerto de tus labios mientras veo como me ahogo en los confusos abismos de tus dedos con retraso, de palabras que no llegan, de abrazos que nunca fueron dados. No obstante, tu sonrisa me sigue llamando, me busca, me aniquila, me atrae hacia tu boca que, imprecisa, me deja sin respuestas y con este sentimiento del cual no quiero hacerme cargo.
Porque igual no me hago cargo, igual que vos que abandonás la réplica sin apagar la vela. Mejor soplá ahora… soplá rápido porque te extraño.

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