viernes, 29 de agosto de 2008
LONDON SAD (sin comas ni enies)
lunes, 25 de agosto de 2008
IN A LONDON TUBE (sin comas ni enies)
La esperaba hasta el hartazgo pero conocia la respuesta... no podia ser otra que esa, ansiaba que esa fuera pero el hilo de la esperanza contenida en el cuenco de una copa de cristal, en unos dedos siempre atentos dispuestos a convertir en polvo cualquier cosa que me dieras, enhebraba a la osadia de esperar la respuesta contraria, el dejo de un arrepentimiento casi innato que dijera que te habias equivocado, pero no... ni te equivocaste ni hoy existe aguja que permita ser enhebrada para coser mis ganas al deseo de tu alma. Ni aguja ni hilo ni esperanza... solo la verdad absoluta que (ya conocida) escupieron tus palabras con la delicadeza inaudita de siempre dejar todo en paz, todo perfectamente encastrado como si siempre hubiese sido de esa forma... porque, en verdad, siempre lo fue.
Y entonces, siempre conciente, siempre exponente, siempre esperanzada. A "siempre" se le cae el mundo, se convierte en nada y, rauda como el viento, la esperanza le agobia la mirada...
Muerta estaria bien. Estoy harta de la soledad... de tener que verle cada dia la cara.
domingo, 24 de agosto de 2008
IN LONDON (sin comas ni enies)
Ya no me reflejo en los espejos, tan solo porque no me gusta el reflejo que hallo en mis ojos. Simplemente no me encuentro en el, ya no me encuentro ni me reconozco.
Es casi como tirar de una cuerda sabiendo a ciencia cierta que se va a romper, sabiendo que su elasticidad llegara a su fin igual que el tiempo que te espero... porque te espero.
Anhelo una respuesta que no llega cuando lo unico que me alcanza es tu silencio penetrando el mio, penetrando incluso mis palabras, esas que ni siquiera lees, sabiendo con vehemencia que ahi estan, que existen... pero igual no las lees, no las haces carne ni gloria ni desprecio. No las convertis en nada, en nada de nada, mientras yo me aferro a la imagen ya borrosa que mi alma cobija de tu alma y amarro mis ansias, esas que creaste casi sin quererlo, a la esperanza generada por el silencio, por la soga que se corta, por el tiempo que te espero.