martes, 10 de febrero de 2009

SOBRENATURALMENTE


La pasó a buscar por su balcón. Lois estaba particularmente preciosa esa noche con su pollera gris de tajo profundo y cintura alta, la blusa de gasa y stilettos de charol. Podría haber usado su visión de rayos equis pero no fue necesario, la gasa permitía traslucir el soutien bordado y el tajo de la falda se abría ante el borde de encaje de las medias y el portaligas correspondiente.

La tomó de la cintura y estiró los talones separándose del suelo nuevamente, ella simplemente se relajó a sabiendas de que sólo su fuerza era más que suficiente.

En un comienzo, sólo disfrutaron de la inusitada vista, de las estrellas, de poder ver a la luna llena más grande que ellos mismos. Y entonces él decidió sobrevolar el pacífico sin llegar a descender en la isla desierta que se encontraba a sus pies, donde comenzó a besarla midiendo su fuerza, equilibrando sus poderes para no abrumarla del todo, no todavía.

De más está decir que Kal-El supo ciertamente como penetrar su piel. No por nada le dicen el hombre de acero.