domingo, 7 de diciembre de 2008

TUS FEROMONAS


Poso mis labios en tu cuello e involuntariamente, me quemo. Me escapo de mi propio cuerpo y me disperso como el viento entre tu aliento, entre tus ojos que se entrecierran y el perfume de tu piel que me completa, que me abstrae del mundo como si fuera fácil disolverme en vos, desarmarme en vos, como si la epidermis floreciera y los nervios volaran cuál abejas.

Se presupone que la dermis está para protegernos de los agentes externos… sin embargo, tus agentes penetran en los poros de mi piel así como el fuego puede penetrar lo impenetrable y, lo impenetrable que queda de mí, de pronto pretende que lo penetres absolutamente todo, deshaciéndome en vos, entre la yema de tus labios y la punta de tus dedos… simplemente, perdiéndome en tu cuerpo.